Caralibro



Un Mar de Fueguitos

Un hombre del pueblo de Negua, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
-El mundo es eso – reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

   Dicen que este relato de Eduardo Galeano, de su libro "El libro de los abrazos" es uno de los textos mas compartidos de él, será que cuenta de una manera muy simple algo que parece tan verdadero. Me permito en este post  compartirlo una vez mas. Fueguitos, estrellas, puntos, lo que elijamos para el caso, en definitiva somos parte de un todo interconectado. Formamos algo mas grande que nosotrxs mismxs, sin perder lo propio claramente, ese punto desde el cual nos enfrentamos al universo es permeable, se modifica en un intercambio constante.

   Año a año cuando comienza la cursada, hay un momento que me gusta mucho, al que denominamos "caralibro". En situaciones normales, consiste en que cada unx se pare ante el pizarrón, escriba su nombre, se de vuelta y  "click" sea captado por mi cámara. Y así van pasando unx por unx entre caras duras, risas y muecas, uniendose dos cosas que disfruto mucho, la fotografía y la docencia. La idea original fue hacerlo para poder armar una lista en la que además de sus nombres estén sus caras, una manera de ir conociendo a cada unx  y que empiecen a tener identidad para nosotrxs, dejar de ser palabras arial cuerpo 10 en una lista. Además de esta lista, empezamos a hacer un collage con estas fotos, poniéndolas finalmente como foto de portada del grupo de facebook de cada año. Podríamos decir que es la foto que antecede al colectivo, es verlos ahí juntxs antes de que empiecen a interactuar. Después el año toma su curso y al fin de cada año no hay foto caralibro, no hace falta photoshop para juntarlos, están ahí trabajando juntxs. Para armar este post, busqué todas las fotos que había ido sacando en estos años. cada año tuvo sus particularides, su impronta, pero al ver este mar de caras en mi pantalla, puedo ver por primera vez al colectivo del colectivo. 

   Este año no puedo sacar esas fotos frente al pizarrón, el mundo está más raro que lo habitual. Nos toca arrancar separados en lo presencial, los megas de internet, en principio, nos interconectan más que nuestros sentidos. El desafío es compartir la luz y el calor de otras formas, para conformar este colectivo 2020.


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