Aproximación al diseño por Lala Sainz

Cuando empecé a cursar la Carrera ni siquiera estaba segura de que esto era lo que quería hacer, no entendía nada, los conceptos planteados eran totalmente ajenos a mi…

A veces y en algún momento empecé a comprender... el cuadro grande, las partes, un lado y el otro. Así y de a poco empecé a crear un sistema de diseño, un sistema para mi, que con los años y diferentes proyectos se va transformando, cambiando de forma y color.

Pero creo recordar por dónde empecé, era algo parecido a ese momento inicial cuando no entendía nada de nada de diseño y me repetía:

¿Qué es diseño? ¿Qué es diseñar? ¿Cómo se hace? ¿Qué se hace? Todos interrogantes que nos han hecho, nos harán y nos volvemos a hacer de vez en cuando…

Bueno este es básicamente el punto de partida: preguntarse cosas, dudar de las respuestas, volverse a preguntar, dejar de dudar y accionar…

Entonces empezamos a pensar como diseñadores, y para ayudarnos a pensar nos inventamos (diseñamos) herramientas, nos sumergimos en el mundo de diseño y su cultura, empezamos a usar su terminología y aprender de la misma.

Aparecen palabras más significativas que otras, a veces confusas, pero que después de un tiempo se hacen evidentes, por ejemplo, hablamos de condicionantes (contexto, uso, usuario, etc.). La realidad es que cada una de estas palabras son excusas para que nos empecemos a preguntar qué es realmente necesario/importante/relevante, nos ayudan a encarar un proyecto, cómo y por dónde podemos empezar.

Una buena forma de comprender los condicionantes es convertirlos en preguntas.
Contexto// ¿dónde? ¿cuándo?
Situación de uso // ¿qué? ¿para qué?
Usuario // ¿para quién?
Morfología, materialidad, productivo // ¿cómo? ¿con qué? ¿de qué manera?

Siempre estas preguntas seguidas de miles de PORQUÉS, por ejemplo: si se habla del contexto, nos preguntamos “¿dónde y cuándo?” decimos: “Hoy en Argentina”, es importante entender que “hoy en Argentina” tiene por detrás cientos de años de constitución y que quizás ese dónde y cuándo no sea una respuesta de una oración o dos sino que se convierta en una línea de tiempo que nos explica cómo se llego al hoy, aquí.

Estas preguntas (sumamente básicas) que nos hacemos son un disparador para que el producto o sistema a diseñar empiecen a tener carácter propio y lleguemos a un grado de profundidad y comprensión del tema que nos permita luego tomar decisiones de diseño y entenderlas. Pueden funcionar también como respaldo teórico del “nuevo producto”. Son las (pseudo)realidades que luego nos permiten defender nuestra creación hasta el fin de los tiempos #dramaqueen.

¿Por qué hacer tanto hincapié en las preguntas? ¿Por qué problematizar algo que parece tan sencillo?

Pues porque cada producto a diseñar debe (así con negrita cursiva y subrayado) tener sentido y/o valor. Todo ese coso anterior es lo que nos permite lograrlo.
Como diseñadores, una de las características que desarrollamos, es la capacidad de abstraernos de nuestra realidad, mirar/observar las necesidades desde otro lugar, racionalizarlas y generar algo nuevo.

Todas estas preguntas, cuestionamientos y respuestas conseguidas constituyen el PROCESO de diseño, que es básicamente el diseño en si mismo.

Ampliaremos//.

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