Raymond Loewy | Umbral MAYA
Raymond Loewy (5 de noviembre de 1893 - 14 de julio de 1986) fue uno de los diseñadores industriales más conocidos del siglo XX. Nació en Francia, a los 26 años de edad, llegó a Nueva York con 40 dólares en el bolsillo y un millón de ilusiones.
“Imagínense a un joven que vive en rápida sucesión, el nacimiento de la bombilla eléctrica, el teléfono, el auto, el avión, el cine y la radio. ¿Qué otra cosa hubiera podido desear que participar en estos desarrollos que conmovían al mundo?”
Su carrera profesional abarcó siete décadas, entre sus contribuciones a los iconos de la vida moderna se encuentran el logotipo de la empresa petrolífera Shell, los autobuses Greyhound, la locomotora S-1, el paquete de cigarrillos de la marca Lucky Strike, los frigoríficos Coldspot o el Studebaker Avanti.
Lo feo no se vende, es el título de su libro autobiográfico, en donde define lo que el llama el umbral MAYA. En su permanente contacto con el gusto del consumidor, adquirió gran habilidad para intuir la capacidad de aceptación del público que, según su experiencia, tiene que ver con un equilibrio entre el aspecto innovador y el conservador. Él dice que para cada uno de los artículos industriales existe un momento crítico, una zona de shock. Llegado este punto el deseo por comprar alcanza su máximo y a veces puede convertirse en una resistencia a hacerlo.
Un diseñador debe saber hasta dónde puede llegar la innovación en un determinado producto y que éste siga siendo aceptable. Es lo que se conoce como umbral MAYA (Most advanced yet acceptable).
Entre los numerosos factores que influyen en la conducta humana en sus decisiones estéticas, existen algunos que pueden considerarse constantes. Si un producto exitoso es producido en masa por una gran empresa durante mucho tiempo, hace que el aspecto del mismo sea considerado como norma (standard). Los proyectos que se desvíen demasiado de esta norma constituyen un gran riesgo para el fabricante, lo cual tiene sus aspectos positivos y negativos. El comprador, en su elección, es influído por dos puntos de vista opuestos entre sí: por la atracción hacia todo lo nuevo, y por la resistencia ante lo desacostumbrado.
Al clasificar al público consumidor según la edad puede comprobarse que los jóvenes (hasta 20
años) están más preparados para aceptar las formas progresivas que los adultos (entre 20 y 40
años). Después de los cuarenta años la resistencia aumenta rápidamente. “Por consiguiente, el diseñador industrial demasiado optimista podría soñar con trabajar sólo para el gusto de los jóvenes, si los fabricantes no hubieran llegado a la conclusión de que éstos, por lo general, tienen muy poco o ningún dinero, y esto, en realidad, es una lástima.”
Pare seguir leyendo les dejamos el capitulo XIX del libro “Lo feo no se vende”, 1955, Raymond Loewy.
“Imagínense a un joven que vive en rápida sucesión, el nacimiento de la bombilla eléctrica, el teléfono, el auto, el avión, el cine y la radio. ¿Qué otra cosa hubiera podido desear que participar en estos desarrollos que conmovían al mundo?”
Su carrera profesional abarcó siete décadas, entre sus contribuciones a los iconos de la vida moderna se encuentran el logotipo de la empresa petrolífera Shell, los autobuses Greyhound, la locomotora S-1, el paquete de cigarrillos de la marca Lucky Strike, los frigoríficos Coldspot o el Studebaker Avanti.
Lo feo no se vende, es el título de su libro autobiográfico, en donde define lo que el llama el umbral MAYA. En su permanente contacto con el gusto del consumidor, adquirió gran habilidad para intuir la capacidad de aceptación del público que, según su experiencia, tiene que ver con un equilibrio entre el aspecto innovador y el conservador. Él dice que para cada uno de los artículos industriales existe un momento crítico, una zona de shock. Llegado este punto el deseo por comprar alcanza su máximo y a veces puede convertirse en una resistencia a hacerlo.
Un diseñador debe saber hasta dónde puede llegar la innovación en un determinado producto y que éste siga siendo aceptable. Es lo que se conoce como umbral MAYA (Most advanced yet acceptable).
Entre los numerosos factores que influyen en la conducta humana en sus decisiones estéticas, existen algunos que pueden considerarse constantes. Si un producto exitoso es producido en masa por una gran empresa durante mucho tiempo, hace que el aspecto del mismo sea considerado como norma (standard). Los proyectos que se desvíen demasiado de esta norma constituyen un gran riesgo para el fabricante, lo cual tiene sus aspectos positivos y negativos. El comprador, en su elección, es influído por dos puntos de vista opuestos entre sí: por la atracción hacia todo lo nuevo, y por la resistencia ante lo desacostumbrado.
Al clasificar al público consumidor según la edad puede comprobarse que los jóvenes (hasta 20
años) están más preparados para aceptar las formas progresivas que los adultos (entre 20 y 40
años). Después de los cuarenta años la resistencia aumenta rápidamente. “Por consiguiente, el diseñador industrial demasiado optimista podría soñar con trabajar sólo para el gusto de los jóvenes, si los fabricantes no hubieran llegado a la conclusión de que éstos, por lo general, tienen muy poco o ningún dinero, y esto, en realidad, es una lástima.”
Pare seguir leyendo les dejamos el capitulo XIX del libro “Lo feo no se vende”, 1955, Raymond Loewy.
¿Los grupos analisados siguen en vigencia hoy en dia o han sufrido modificaciones?
ResponderEliminar¿El umbral MAYA tiene alguna relacion con la imagen corporativa de algunas empresas?
Muchas Gracias
Lo feo no se vende, que es libro al que hacemos referencia en este post, fue escrito en 1955, lo que me hace suponer que la descripción y análisis realizados por Raymond Loewy sobre los grupos etarios debe haber sufrido seguramente modificaciones, aunque no considero que sean radicales.
ResponderEliminarEn cuanto a tu segunda pregunta, no conozco un caso particular para darte de ejemplo, pero voy a investigarlo.
Gracias por las preguntas!
un capo el loco este!
ResponderEliminarUn poco tarde, pero me parece que el umbral MAYA se refiere a cualquier producto diseñado, se refiere básicamente que en tu proyecto debe de haber un equilibrio entre innovación y tipologia, para que el consumidor lo acepte. A innovación, me refiero a que no sea demasiado "futurista".
ResponderEliminarAl menos, es así como entiendo el concepto.